lunes, 17 de agosto de 2015

Querer y no poder.

El querer y no poder nunca lo debemos confundir con el poder y no querer. De nombre parecido, es, a simple vista, practicamente lo mismo, pero dos cosas bien distintas son.
El poder y no querer, caprichoso capricho de los caprichosos. Poder tener cualquier cosa imaginable. Poder alcanzar a cualquier persona viviente. Poder acaparar todo aquello posible. Pero no quererlo. ¿Porqué? Por capricho, por terquedad, por imbecilidad.
¡Ay! ¡Cuánto los envidio yo! No envidio lo que pueden tener sino que pueden tenerlo.
Sólo quiero eso. Tener. Tenerte. A ti. Sólo te quiero a ti junto a mí.
Esto es el querer y no poder.
Quiero tenerte a mi lado. Pero no puedo, estás lejos.
Quiero vivir cada segundo que me queda junto a ti. Pero no puedo, estás lejos.
Quiero que nuestra piel sea la última frontera,  la única barrera que nos separe. Pero no puedo, estás lejos.
Quiero besarte en cualquier momento, como las parejas normales... Al despertarme junto a ti quiero darte un beso de buenos días; al decirte que te amo, un tierno beso; al reírme con tus bromas, uno tímido; a lo largo del día un millón y uno más de dulces besos cargados de fuertes sentimientos; y, por último, al ir a dormir, un largo beso de buenas noches.
Pero no puedo, estás lejos.
Por eso nunca se deben confundir el poder y no querer con el querer y no poder. 



-Expresivísima                       

1 comentario:

  1. No puedo estar mas de acuerdo. Esta situación la vivo a cada segundo de mi vida.

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