miércoles, 28 de octubre de 2015

Sueños #3

Camino a ciegas. Todo es oscuridad. Ando descalza por un camino de escalofríos y rocas. Las piedras del camino se me clavan en la planta de los pies produciéndome heridas.
Pero no me importa. El dolor me indica que sigo aquí, que estoy viva.
Un gélido viento me acaricia el pelo y me muerde la desnuda piel. Tirito.
Pero no me importa. El frío me indica que sigo aquí, que estoy viva.
La venda que me ciega cae. Abro los ojos. La clara luz me daña.
Pero no me importa. Porque sigo aquí. Porque estoy viva.
Me quedo quieta. Justo enfrente mía se abre un abismal barranco. Si hubiera seguido caminando habría caído. Me asomo para ver el fondo. No hay. Todo son oscuridad y sombras.
Ya no siento dolor.
Ya no siento frío.

                                           -Expresivísima.

viernes, 16 de octubre de 2015

Cartas de un escritor enamorado #5

                                                       
                                                                                                                            Madrid, 07/09/1935

Querida Isabella:

Tus palabras me hacen el hombre más afortunado del mudo. Jamás creí que un simple monosílabo afirmativo haría a mi corazón latir tan ilusionado. Vamos a casarnos y te haré sentir la mujer más amada de todas. ¡Oh, seremos tan felices!

En tu carta te muestras preocupada ya que será imposible que nos casemos en España por culpa de tu padre, él impediría cualquier intento nuestro de contraer matrimonio... Pero no te  preocupes, amor mío, tengo una maravillosa idea para llevar a cabo nuestro magnífico plan.
No te preocupes, mi dulce princesa de cuento, mi ángel caído del cielo, en cuanto leas mis palabras las pocas dudas que conservas se disiparán.

Como bien sabes es totalmente imposible que nos casemos en España y, por eso mismo, se me ha ocurrido que podríamos ir hasta Francia y después podríamos quedarnos a vivir allí. Es una idea fantástica. Tú hablas perfectamente francés y yo aprendo rápido. Con unos ahorros que tengo gracias a mi último libro podríamos llevar una vida tranquila y cómoda. Todos los días salen múltiples trenes desde Barcelona hasta París. ¡Oh, Isabella, imagina lo felices que seremos viviendo en la ciudad del amor! Yo no tengo ningún problema para desplazarme hasta Barcelona y tú simplemente dirías que vas a hacer un recado o una visita a alguna amiga tuya como excusa para poder ir hasta la estación, el único inconveniente sería el hecho de llevar una maleta con tus pertenencias sin que nadie se diera cuenta. Quizás lo más conveniente sería que contases con alguien de confianza en tu hogar para que te sirva de ayuda. En mis próximas cartas te diré más concretamente lugar y fecha donde encontrarnos para comenzar nuestro futuro.

Estoy muy ilusionado con la idea de pasar todos y cada uno de los días de mi vida a tu lado. No puedo esperar. Si por mí fuera iría hoy mismo a tu lado para comenzar ese idílico futuro. Pero sé que eso no es posible. Hemos de ser precavidos en nuestra descabellada idea y sólo planeándolo todo bien podremos estar juntos para siempre. Pensar que podré besar tus dulces labios todos los días, que podré acariciar tu suave piel de porcelana cada día y que podré abrazar tu perfecto talle a todas horas hace que un agradable cosquilleo me muerda la nuca y que las comisuras de mis labios se levanten en una ilusionada sonrisa. Me haces ser tan feliz.

Te amo con todo el amor que es posible.
Siempre tuyo,
                                                                                                                                        Fernando.