miércoles, 10 de mayo de 2017

El relato de nuestra noche.

Estamos solos, ¿te das cuenta? Estamos solos en el mundo. La ciudad es nuestra, las calles nos pertenecen. El universo nos observa, nos deja hacer.
Estamos solos.
Tú y yo.
Y así seguiremos toda la eternidad. Estamos solos sin soledad, solos por minutos infinitos.
Y brindo por los segundos en los que se para el tiempo, como el segundo justo antes de un gran beso o el segundo en el que dos sonrisas coinciden tras una suave caricia.
Brindo por nuestras noches en vela y por nuestras mañanas dormidos. Juntos. Solamente juntos. Porque estamos solos en el mundo, pero solamente juntos.
Las manos me arden del frío. El viento me muerde la cara. Noto los pies mojados de pisar aquel charco delante del puente suicida. Noto el cielo clarearse, la luna huir y las estrellas esconderse. El tiempo comienza a revivir. Te pido que nos quedemos un rato más, a pesar del frío, a pesar del cansancio, a pesar del hambre, a pesar del sueño, quiero ver amanecer. Quiero sentir un último instante de eternidad, de libre soledad. Solamente juntos. Dueños de todo y de nada. Dueños de nosotros huyendo del resto, de obligaciones, de problemas, solo nos preocupa ya la felicidad y disfrutar juntos. Queremos vivir.
Y así nos quedamos eternamente, como en un cuadro, como en un pegadizo poema, como en una canción que no te sacas de la cabeza: viendo amanecer infinitamente sentados en el centro del puente suicida. Dos corazones solitarios encontrados. Incluso así nos atormenta la soledad, pero esta vez la disfrutamos porque nos atormenta juntos, porque estamos solos pero solamente juntos.
Soledad compartida.
Compañía solitaria.



-Expresivísima.

Podría acabar así la historia, desdichados pero disfrutando juntos.
Por desgracia te fuiste.
Lástima que eso solo fuese una noche, que el resto del tiempo, aunque juntos, estábamos solos. Lástima que no seamos eternos, que seas un cobarde y que te recuerde con rabia.
Ya no estamos solos.
Ahora solo estoy yo.

martes, 2 de mayo de 2017

Fue en Abril.

Me duele escribirte esto. Me duele pensarte. Me duele con ese dolor que se siente sin sentirlo.
Me duele recordarte, aunque a veces sonría al hacerlo. Me duele y no sé porqué, ya que no quiero que vuelvas.
Me duele con dolor vacío, con ese dolor que se siente sin sentirlo. Te consume por dentro, se agarra a tu pecho golpeándote con cada latido, se adentra en tus entrañas emponzoñandote por dentro y te aplasta los pulmones haciendo que cada suspiro queme.

Cojo aire, frío.
Respiro.
Trato de calmarme para decirte esto pues hasta me duele escribirlo.

Esta es la última noche de Abril, quedan apenas unos minutos para que el mes llegue a su fin. Este era nuestro mes, Abril siempre me hará pensar en ti.
Sin embargo, no sé qué me ha pasado. Llevaba meses aterrada con una fecha. Esperaba que llegase y rápido pasase como de pequeños se espera a una tormenta. Lo pasaría mal, dolería, sufriría, pero solo sería ese día y luego todo volvería a ser normal. Me daba miedo, pero quería que el día llegase. Hasta tenía planeada la forma en la que sufriría: lo haría en silencio durante el día y, una vez refugiada en la nocturnidad, daría cuerda suelta a la rabia y a la tristeza para recordarte como es debido, como a un poema.
Lo tenía todo planificado hasta que una mañana me desperté y lo primero en lo que pensé fue en ti. Tu nombre golpeó mi mente como un relámpago y tu rostro apareció frente a mí reprochándome algo que yo desconocía. Rápidamente miré en qué día estaba y me di cuenta de que habían pasado casi dos semanas de aquella fecha que yo tanto temía. Casi dos semanas desde aquel día en el que supuestamente yo tanto sufriría y, sin embargo, ni siquiera recordaba dónde había estado en tal "temible" fecha.

Ahí comenzó el dolor. Ahí empezó. Aún hoy a un minuto escaso de que termine Abril duele con ese dolor que se siente sin sentirlo.
Esa fecha que tanto temía era el aniversario de cuando me di cuenta de que realmente te quería tanto como para cometer una bonita locura (porque fue bonita).
Duele, pero no es por tu culpa.
No quiero que vuelvas, pero quiero que sepas que significaste mucho para mí a pesar de lo malo, a pesar de los problemas. Quizás digo esto porque la noche me ablanda, no lo sé, de todas formas gracias por el tiempo compartido.
Duele, con ese dolor que se siente sin sentirlo, tan solo sintiendo vacío. Pero nada es para siempre, todo acaba.

Fue en Abril cuando me di cuenta por primera vez de que amaba.
Fue otra vez en Abril cuando me di cuenta de que siempre te llevaré como un bonito recuerdo, a pesar de todo.




-Expresivísima.

PD.:Espero que sepas que te quise de verdad.