lunes, 28 de marzo de 2016

La noche estrellada de Van Gogh.

Azul.
Todos los días es igual.
Miro por la ventana y lo único que veo es el mismo cielo. Siempre el mismo cielo azul, tan azul como mis sueños tristes; porque los sueños son de colores. Azul con irregulares manchas blancas allá rodeando los rayos del sol otoñal.
Todas las mañanas es igual.
Paseando por las pobladas calles de la avenida miro a las altas copas de los desnudos árboles y lo único que veo entre sus finas ramas es azul. Siempre el mismo azul agrietado por las ramificaciones de los altos árboles. Siempre azul con irregulares manchas blancas.

Tú me dices que no me preocupe, que no llore, que mientras esté bajo este azul manchado todo irá bien.
Tú me pides que no me enfade, que no grite, que este cielo lo compartimos tú y yo a pesar de los kilómetros de distancia. Pero no entiendes que no quiero compartir azul, que yo lo que quiero es compartir estrellas.

No entiendes que este azul no significa nada, crees que lo es todo, crees que el día es lo único que importa. No comprendes las cosas ya, vives en tu eterno mundo azul. olvidándote de todo menos de las meras banalidades que te ajetrean tanto.
Ya no recuerdas aquella vez en la colina compartiendo la misma negra cúpula de blancas constelaciones. Ya no recuerdas como la vieja ciudad dormida a nuestros pies intentaba imitar con sus luces a las eternas estrellas. Ya no recuerdas nuestra noche estrellada, ni la negrura del cielo, ni los infinitos brillos. Para ti solo existe ya este azul manchado.

Estas siempre absorto, distraído, ocupado, con tus nuevas preocupaciones. Preocupaciones hechas de papel. Preocupaciones que caerán, que se romperán. que desaparecerán. Exactamente igual que este azul otoñal el cual con los primeros días de invierno se transformará en mil matices de grises. Justo al contrario que las infinitas constelaciones de nuestra eterna noche estrellada, que siempre estará ahí inmortalizada.

Dime. ¿por qué renuncias a nuestra eternidad? ¿Por qué quieres olvidar aquella noche inmortal? ¿Por qué ahora deseas ser finito? Has renunciado ha nuestra memoria y a nuestro recuerdo. Quieres olvidarte de mí. Quieres hacerme desaparecer. Quieres quitarme la inmortalidad que este amor nos dio.

Me dices que no llore, porque no quieres verme sufrir. Me dices que no grite, mientras me arrancas nuestros recuerdos con una oxidada arma. No te das cuenta de que eres tú la causa de este terrible azul. Eres tú quien, lentamente, aleja de mí aquella noche estrellada. Eres tú quien, ansiosamente, deseas que llegue el amanecer de nuestra eterna noche para ver al matutino azul.


                                     -Expresivísima.